Colectivx Chi’xi: “Intentamos construir un mundo que no esté ligado al capitalismo feroz”
- proyectofantasiava
- 5 ene 2023
- 17 Min. de lectura
Actualizado: 16 may 2023
Entrevista y fotos: Vanda Ianowski

La Colectiva Chi’xi es una grupalidad de personas que se fueron encontrando y enlazando en el caminar iniciado a partir de una convocatoria de Silvia Rivera Cusicanqui para la reconstrucción del espacio El Tambo, en el histórico barrio de Tembladerani, La Paz, Bolivia. Hicieron suya la idea/práctica ch’ixi, palabra aymara que significa gris jaspeado, formado por la mixtura sin síntesis del blanco y el negro, y utilizada por Rivera Cusicanqui para pensar “la extraña mezcla que somos”, esa tensión contenciosa de contradicciones que en su fricción creativa habilita nuevas formas de un mundo otro para habitar.
La Colectiva habita El Tambo, un respiro verde en el cemento de la ciudad, albergando a personas y a seres no humanos - arañas, espíritus del fuego, libros, flores, hortalizas, ancestras, entre tantxs otrxs. En esta entrevista, Rosa y Roco nos comparten de manera generosa su palabra, abriéndonos las puertas...
PARTE I: EL LUGAR QUE HABITAMOS SE LLAMA EL TAMBO

Para comenzar, les pido por favor que se presenten...
Roco: Soy Roxana González Gutiérrez, egresada en sociología, soy mamá desde hace 13 años y estoy en el Colectivo... como unos 6 años debe ser ya.
Rosa: yo soy Rosa Quiroga Saavedra, integro el colectivo Chi’´xi, trabajando en la cooperativa de la Cocina y también de la editorial del Tambo desde donde estamos tratando de consolidar procesos de autogestión y autonomías económicas, Y también he estudiado psicología y antropología, y la Academia es un recurso que me sirve para trabajar pero no me defino desde ahí. Y sí soy cocinera, aprendí a cocinar con mujeres cocineras, y también reivindico el trabajo de la cocina como un espacio precarizado y que resiste a la economía capitalista.

¿Qué es el Colectivo Ch´ixi, dónde está y qué hacen?.
Roco: el lugar donde habitamos se llama El Tambo y está en la ciudad de La Paz, en la zona de Tembladerani. Estamos territorialmente ahí e intentamos de trabajar también, hacer alianzas con los vecinos.
Rosa: El Tambo es una casa que se ha construido hace unos 14 años, que ha empezado de la nada. Bueno, no de la nada, ya había caído un alud hace muchísimo tiempo y estaba llena de escombros, y a partir de ahí Silvia convoca a compañeras, compañeros, compañeres, de la carrera de Sociología de la UMSA principalmente, que empezaron con esta tarea de reconstruir el espacio y de empezar a armar lo que hoy es El Tambo. El Tambo es un término que se usa en la zona andina que se refiere a un espacio que es como un reservorio de los mercados, y también funciona como lugar que recibe a la gente que trabaja en el mercado. También hay tambos de artes. Y también, bueno, está El Tambo del Colectivo. Y este espacio es un espacio donde también tenemos huertos, sembramos papa, quinua, maíz, habas, diferentes productos que podemos sembrar en un espacio urbano. Y también en El Tambo se da dos veces al año la Cátedra Libre, que es un espacio académico y no académico, en donde se imparten diferentes cursos. Uno de estos que es el que da la Silvia Rivera que es el de sociología de la imagen, otro lo da Virginia Ayllón que siempre es una temática referida a los anarquismos. Y diferentes compañeras o compañeros dan otros cursos en este espacio. Recibimos gente de diferentes partes del mundo que están interesados en vivir esta experiencia. También este tiempo de la Cátedra Libre, es un tiempo que permite construir autogestión, tanto para los colectiveros, colectiveras, como para las personas que vienen a hacer el curso. Es un curso muy integral con diferentes tipos de experiencias, tanto de la vida y de los rituales, como de lo que se pueda conocer en una ciudad tan enigmática como La Paz. Bueno… creo que es difícil describir al Tambo en su amplitud porque es muchas cosas también, hay muchas cosas que no se pueden contar, que hay que conocerlas, vivirlas, observarlas.
¿Quiénes integran el Colectivo?
Roco: es que somos chi’xis, tendríamos que hablar de particularidades, porque el colectivo ha acogido a gente de distintos lugares, ¿no? hay gente que hace breakdance, hace rap, hay gente que son… algo más conservador, vienen de ciertos entornos burocráticos, pero también que están ahí. Nosotras, yo tengo un trabajo, así, bien en cocina, horneo salteñas, pero igual estoy ahí, desde distintos lados nos hemos autoconvocado.
Entonces no tienen una identidad, esa famosa identidad, son múltiples...
Rosa: Si, sí, eso justo estábamos hablando… Al parecer, somos como una especie de distintas cosas, y yo burlándome dije “somos una especie de fenómeno”… porque cada uno tiene una forma de pensar, a veces muy diversa y eso a veces es complicado, ¿no? Porque hay que encontrar algún punto de encuentro, un puntito de encuentro, para poder entendernos. Porque lo diverso también se vuelve muy conflictivo.
¿Qué los une? ¿Qué hace que gente tan diversa esté ahí?.
Roco: Creo que es la acción, o sea, es que es también bien particular, porque El Tambo no es solamente acción, sino es también lo que tiene… En un principio, yo iba porque me ayudaba mucho trabajar con la tierra, me ayudaba mucho a limpiar mis cosas interiores, ¿no? Mis cosas mentales, mis problemas. Entonces, el hecho de trabajar con la tierra me ayudaba mucho. Y el construir, yo creo, me parece que en la primera etapa el punto de encuentro era trabajar para construir, el objetivo era terminar la construcción de la casa. Entonces, todos mirábamos en que vaya avanzando la construcción, ¿no? Pero, ahora que ya está terminada la casa, me parece que lo que nos une ahorita es el actuar, hacer acciones, el activar, creo yo.
Claro, y qué interesante esto que decís de lo sanador que resulta, en los procesos personales. ese “estar ahí”.
Roco: Sí, sí, y, bueno, en mi caso me ha ayudado bastante, porque el trabajo, es eso, ¿no? Cuerpo y mente ocupados, y te vas limpiando en ese proceso, vas contándole tus cosas a las plantas. Es bastante terapéutico ese proceso, y yo siento que le debo algo y por eso estoy ahí también.
Esta integración entre trabajo manual e intelectual o, como lo acabás de decir vos, cuerpo/mente, ¿sería algo que atraviesa el habitar en El Tambo?
Roco: Sí, porque desde que llegas, bueno, en mi caso personal desde que he llegado, te encuentras con… porque es el Maestro Gabriel que nos ha enseñado eso, pues, la metodología de que la mano sabe, es la lógica de que hay una memoria corporal, que vas aprendiendo mientras vas haciendo, entonces, mientras haces aprendes y también piensas. Entonces, es todo un conjunto que vas haciendo y no solamente es lo manual, ¿no? También es algo intelectual ahí metido, y es una forma de poner al trabajo manual y al trabajo intelectual, al mismo nivel, una no es más que otra, porque somos seres así, no hay que poner una cosa, anteponerla a la otra. Es así, ambas están juntas.

¿Cómo se organizan? ¿Cómo toman las decisiones?
Roco: Tenemos una organización horizontal, todas las decisiones las tomamos en la asamblea. Siempre nos reunimos por asamblea, pero en cuestión de organización, generalmente es en el caso del Apio del Pueblo, que así se llama la cooperativa de la cocina, está a cargo de Rosita, pero en el caso de la editorial cartonera hay otros compañeros que están ahí, pero igual cooperamos. Es una especie de cooperativa que vamos apoyando a cada emprendimiento digamos. Entonces, si alguien tiene una idea de hacer algo, entonces hay un acompañamiento ¿no? Ahora estamos en los viernes de conversatorio, igual el compañero Ale ha sido el que ha puesto la idea, y bueno, entonces, todos acompañamos. Entonces, eso también, es acompañamiento más que todo, y las decisiones todas en asambleas, sí las tomamos en colectivo.

¿Las asambleas son periódicas, o sólo cuando se necesita?
Roco: Es según, a veces era cada vez al mes, pero hay una cuestión de tiempo de los compas, de las compas… ahora es cuando hay cierta urgencia, y sí se convoca asamblea con un tiempo prudente ¿no? Para que se vayan dando tiempito los compas, hagan su agenda y vengan el día que queremos. Pero por ahora sí es en lo que demanda, digamos. Porque antes sí era cada cierto tiempo, sí o sí se hacían asambleas, pero es que, a veces, bajo esa lógica, nos reunimos a veces porque no había muchas cosas que decir. En cambio, cuando uno convoca cuando hay algo importante ya viene gente, ya vienen los demás compas.
¿Qué principios o ideas guían al Colectivx Chi’xi?
Roco: estamos trabajando porque, en verdad a veces pienso que esto de colectivas, a veces hemos llegado a ciertas contradicciones porque creo que llevamos esto del informal al extremo, ¿no? Y hemos decidido recién hacer como que una especie de normativa interna, porque a veces, como no hay muchas cosas dichas, entonces a veces se entorpecen muchas cosas. Y ahora sí estamos en esto de hacer una normativa interna, que es el mismo hecho de respetar
, respetarse a uno y respetar también a los demás, ¿no? Ese es el principio básico que tenemos, el respeto a uno mismo y a los demás, y no solamente como personas sino también con los seres que habitan en El Tambo, ¿no? Las plantitas, están los gatitos, entonces hay que respetarles también. Entonces, incluso hay una araña que la andamos cuidando también, entonces es respetar también sus espacios.

¿Cómo van trabajando las dificultades que se presentan?
Rosa: Tratamos de resolverlas… Los conflictos siempre son complejos... Y tiene que ver con las relaciones humanas. Y a veces se puede transitar eso más fácil, porque no todos venimos con los mismos criterios y la reflexión muchas veces se complica también, eso es algo que también reconocemos, ¿no? El Colectivo tampoco es una taza de leche todo el tiempo, sin embargo, también de eso se trata... coexistir en lo chi’xi, entender que lo complejo es parte de lo que nos hace vivir y habitar en un mundo chi’xi. Y en esa complejidad que habitamos, pues, nos toca decirnos lo que pensamos y a veces las resoluciones no siempre tienen que ser favorables... Otras veces sí son bastante constructivas, permiten llegar a acuerdos, y nuestra apuesta es consolidar procesos. Entonces, tratamos de llegar a los puntos de reflexión en las asambleas para poder dar ese paso, y te digo tratamos porque no es fácil el proceso. No es fácil, pero ese “no es fácil” es parte de reconocer la humanidad. Uno, la humanidad que nos habita, y otro es el comprender que es un espacio de muchas complejidades, lo chi’xi es así también, es muy complejo, difícil de decir qué es de un lado o de otro, no tiene dos binarios como en lo bueno, lo malo; como derecha, izquierda, no existe eso, y eso complejiza bastante las relaciones pero el punto no es, o sea, estancarse en lo complejo sino en la comprensión del proceso.
Cuando decís que lo que ustedes quieren es consolidar procesos, ¿a qué te estás refiriendo?
Rosa: A consolidar procesos primero políticos y también procesos que estamos llevando a cabo, como nuestros pequeños proyectos, que tiene que ver con las cooperativas de trabajo. Entonces, en tanto lo político es que en este último tiempo el Chi’xi está atravesando transformaciones importantes y se está mirando desde el feminismo y se siente interpelada por el patriarcado, ¿no? Por un patriarcado que hemos vivido y creo que eso nos está llevando a buscar consolidaciones políticas... desde dónde nos paramos en este proceso, en este nuevo proceso, porque habitar los feminismos de formas colectivas en Bolivia es bastante nuevo, no es como en la Argentina que tiene una trayectoria mucho más larga y bastante más profunda, mucho más visible. En Bolivia, los feminismos y las diversidades todavía están… les cuesta afianzarse. Si bien hay pocos colectivos que han logrado consolidar su proceso, en general, no. En general, Bolivia es un país con una estructura fuertemente machista, patriarcal y violenta. E interpelarse desde ahí colectivamente conlleva la necesidad de buscar consolidar ese proceso. Porque es nuevo también para el Chi’xi. Y también en el hecho de consolidar nuestros procesos laborales, frente al sistema en que vivimos, y es una apuesta re importante consolidar las cooperativas de trabajo porque desde ahí es desde donde también tenemos fortaleza para seguir en procesos de resistencia. Necesitamos consolidar nuestra propia manera de administrar los recursos, necesitamos tener estrategias mucho más claras y consolidadas para el trabajo. Yo creo que estamos en un buen camino, porque tenemos ya la trayectoria laboral y, aunque es chiquita, nos ha dado una experiencia re importante en la administración del trabajo.

PARTE II: COMBINAR EL TRABAJO MANUAL CON EL TRABAJO INTELECTUAL
Rosa: Lo que más nos interesa es consolidar las zonas de trabajo, las formas de administración del trabajo, creo que eso es más importante. Porque nuestra apuesta es combinar el trabajo manual con el trabajo intelectual. Porque, si bien nosotras tenemos una cocina desde donde ofrecemos un servicio de comidas, también la cocina es un espacio de aprendizaje, consideramos que nuestra cocina es un espacio para las pedagogías del aprendizaje desde donde también hacemos investigación. Entonces, es una apuesta bien compleja que necesitamos que llegue a tener una lectura más clara, tanto para nosotros como para el afuera, pero en el hacer es que estamos aprendiendo, no estamos teorizando desde el imaginario, sino que estamos haciendo la cocina y estamos también escribiendo sobre la misma, sobre nuestra práctica en la misma, desde lecturas intelectuales y académicas y también desde la práctica en sí misma. Cocinando y cuidando la comida con la que hacemos nuestra cocina, porque toda nuestra cocina tiene el cuidado de que cada elemento viene de un productor o productora agroecológica, de que les compramos a compañeras con las que tenemos vínculos, que trabajan productos agroecológicos en diferentes zonas del país que llegan por algún motivo a La Paz, entonces generamos intercambios. Es una apuesta bien compleja ¿no? pero, también es una forma donde intentamos construir un mundo que no esté ligado al gobierno, que no esté ligado al capitalismo feroz, un poco de eso.
Y en este recorrido ¿con qué otras organizaciones o grupos articulan?
Rosa: Yo trabajo más con el huerto porque estoy muy metida en el tema alimentario, también soy investigadora en temas alimentarios. Entonces de ahí yo genero intercambios con productoras, con mis hermanas de Chicani, ahora recientemente con los hermanos de Acampada, después con hermanos que están en otras zonas producimos mermeladas. También las productoras de granos, tenemos intercambios con las hermanas que producen tarwi (leguminosa originaria de los Andes).
Roco: Yo estoy encargada de la gestión cultural, entonces trabajamos con colectivos animalistas, con colectivos feministas, con colectivos de arte, más que todo aprovechando el espacio que tenemos ¿no? Les brindamos el espacio, trabajamos de forma paralela con ellos, incluso había un colectivo de malabaristas que se ha propuesto hacer un proyecto de malabares con los chicos migrantes venezolanos que están en las calles. En La Paz hay bastante vida de distintos colectivos y es necesario realizar una red de trabajo porque solos, solas, no podemos. Entonces, las redes entre colectivos nos hacen más fuertes y nos ayudan también a trabajar y a visibilizar este trabajo en colectivo. Dando las oportunidades para que ellos trabajen también porque tenemos un espacio grande, que tiene el auditorio, están los huertos, hay colectivos que no tienen ese mismo espacio, entonces, brindamos el espacio, articulamos junto con ellos, junto con ellas, y actuamos. Entonces yo creo que así se hace un trabajo más de impacto, ¿no? Porque eso es lo que queremos. Y junto con las hermanas igual de Chicani estamos abriendo las puertas para que puedan hacer feria ahí, es bien importante la feria, porque directamente ellas, las productoras, venden sus productos a las vecinas, entonces ya se generan como que una especie de relación, pues, directamente con las productoras. Y lo mismo sucede con colectivos, o sea, hay colectivos que están trabajando de forma, si bien bien pequeñita, ya nosotros vamos apoyando y otros van apoyando, entonces ya empieza a tener esta movida más fuerte, ¿no?
¿Cómo eligen con qué grupos conectarse?
Roco: Es según, es que no elegimos, o sea, es según también como vayamos encontrándonos en el camino, ¿no? Sí, en el camino... ha sido super casualidad encontrarnos con movimientos animalistas. Y ya, pues, entonces ya se articula algo. Es según cómo vamos trabajando, cómo nos vamos encontrando, y ahí es donde ya vamos proponiendo. Y a veces son cosas pequeñitas las cosas que se hacen ¿no? una fiestita, digamos... pero ya se van apoyando, entonces ya nos conocemos, a la siguiente que necesiten o nosotros necesitemos, ya sabemos quiénes están. Entonces, es en el camino, mientras vamos caminando, ahí nos vamos encontrando.

¿Cómo piensan ustedes del Estado y cuál es el vínculo que tienen con él?
Rosa: Yo creo que como colectivo no tenemos ningún vínculo con el Estado, en tanto éste directamente, ya al gobierno y al partido que lo acompaña, ¿no? Las políticas implementadas por el Estado en los últimos años han sido totalmente aliadas a los proceso neoliberales y a los grandes negocios, agronegocios, entonces, difícilmente podemos pensar en algún tipo de vínculo con el Estado. Igualmente considero que es importante algunas veces trabajar en el Estado, yo personalmente como profesional de vez en cuando he trabajado y me han parecido experiencias bien interesantes. La estructura institucional, es súper complicada, burocrática, es una estructura de poder, de vínculos y de redes afiliadas, que te obligan a afiliarte al partido político, supongo que en todas partes debe ser una dinámica similar. Sin embargo la parte enriquecedora de trabajar en el Estado no es para quién trabajas, sino con quién trabajas. Y trabajas con un montón de gente que está en lo cotidiano, por lo menos en el área en la que yo siempre estoy involucrada, y aprendes mucho de poder gestionar con las personas, conocer a productoras, a productores, conocer diferentes territorios, conocer las lecturas de la gente, y eso es lo rico de trabajar a veces en el Estado. Si bien también, o sea, hay que reconocer que, bueno, trabajar en cualquier institución te genera cierta estabilidad también, porque estamos en un mundo muy complejo, eso en lo personal, ¿no? Pero en lo colectivo no tenemos vínculo con el Estado y no lo buscamos y no nos interesa tampoco.
¿Por qué no les interesa como Colectivo el vínculo con el Estado?
Rosa: Porque el Estado se vincula directamente al gobierno. Entonces, no vamos a vincular absolutamente nada con el gobierno, no vamos a articular con partidos políticos. A lo que te decía en la anterior respuesta la Roco yo pensaba que, si nos encontramos con ese tipo de colectivas, colectivos, es también porque estamos en una mirada en común, ¿no? Darse asistencias en las luchas, posibilidades de generar otras formas de vivir que, sí, son marginales, pero que también son formas de vivir, desde la marginalidad se construye también, ¿no? Construimos desde ahí. Y el Estado pues no tiene nada de marginal, y menos el gobierno que está en Bolivia. Entonces, es difícil articular con un gobierno que habilita la quema de bosques, es difícil articular con un gobierno que negocia con narcotraficantes, es difícil de articular con un gobierno que está al mando de un Estado donde se caracteriza por la cantidad de jueces corruptos, porque hay toda una organización criminal entre jueces, fiscales y policías avalada por el gobierno, cuidada por el gobierno. Entonces, ¿cómo articular con un Estado que se caracteriza por eso? Esa sería la pregunta.
Roco: Por eso preferimos la autogestión que me parece más rica porque nadie te va a fiscalizar nada, ¿no? Entonces, con autogestión, pues, hacemos lo que se puede, sí, a veces yo creo que se puede generar más impacto social en la marginalidad que con proyectos estatales. Porque los proyectos estatales están mirando siempre al gobierno, que a los partidos, que beneficiar a su gente, no sé qué, entonces, queremos vivir bien, queremos estar tranquilas, no queremos rendirle cuentas a nadie, y me parece que también esa es una forma de resistir ¿no? No siempre tenemos que estar mirándole al Estado, podemos nosotras también hacer algo, y creo que se hace mucho más impacto. Me parece que el Estado es un arma, o sea, es un ente muy grande, muy pesado y muy frío... que es muy lento, su burocracia, o sea, es muy lento para el ritmo en el que está la vida, en el que estamos nosotras. Entonces, no vale la pena perder el tiempo ahí, queremos actuar, tenemos vida por dar. Y en el Estado no lo vamos a lograr, o sea, tendríamos que estar, no sé, sobándole la espalda a alguien para estar ahí. Y no, no es política ni mía ni tampoco del Colectivo hacer eso, entonces mejor es hacer autogestión, es mejor, me parece que hacemos en las redes de colectivos más cosas que los proyectos estatales. Yo lo veo por ese lado, ¿no?
Roco, varias veces mencionaste que hacen un trabajo de impacto, ¿en que estás pensando cuando hablás de impacto?
Roco: es hacer acción real, es trabajar realmente con la gente, es también dar alguito, dar algo. Entonces cuando, por ejemplo, con las productoras de Chicani, ellas nos explicaban que tenían que venir a dejar sus productos en la madrugada, 4, 5 de la madrugada, porque si pasaban a las 6, las vendedoras, algunas veces, las que, digamos, que acopian el producto, para que ellas no vendan su producto más barato, incluso a veces echaban aceite a sus verduras para que no las vendan. Entonces, ellas se sienten como que no tienen un apoyo, entonces abriéndoles nosotras el espacio del Tambo, del Chi´xi, para que ellas hagan su feria, ahí ya no tienen que venir exponiéndose en seguridad, 4 de la madrugada a la calle, no, pues ellas ya venían 7 de la mañana, venden sus productos, y más tranquilas, sin lidiar con las acopiadoras, sin pelear con ellas, ya tenían un espacio, ¿no? O sea, ahí ya haces alguito, aunque sea insignificante, pero ya has hecho algo. Ya has cambiado alguito, ya has mejorado algo su cotidiano.
Entonces, ¿el impacto tendría que ver con una transformación real, concreta?
Roco: Sí, con el proyecto de malabares, con la mirada de que los chicos en la calle, de alguna forma, renuncian a su infancia para pedir limosnas y trabajar allí. Entonces, nosotras debemos el juego a las calles, para que no pierdan su infancia. Entonces, esa mirada, ¿no? De cambiar aunque muy chiquitito, no sé, pues son ratitos, pero ya, ya se ha hecho algo. Y es ese impacto.
PARTE III: HAY QUE MIRAR DESDE DONDE ESTAMOS HABITANDO TODOS LOS DIAS
¿Ustedes consideran que lo que hacen es político? ¿Qué es para ustedes la política?
Rosa: Claro, sí. Porque es acción concreta, son espacios de transformaciones micropolíticas, no hacemos políticas públicas, no hacemos ese tipo de cosas, hacemos micropolítica. Lamentablemente, el discurso político ha sido cooptado por los partidos políticos o por las políticas públicas o por las grandes transformaciones, entre comillas, del ejercicio de la política. Sin embargo, hay que mirar desde lo micro, ¿no? desde lo cotidiano, desde donde estamos habitando todos los días. Y es desde ahí donde habita nuestra apuesta, en lo micro, no hacemos transformaciones masivas, o sea, todo tiene que ver también con el principio de reciprocidad, del ayni, es aprender a dar y recibir, y el ayni está en esa línea... como principio de resistencia, ¿no? De aprender a ofrecer lo que yo tengo para dar, para poder obtener otros recursos, nos manejamos mucho también con eso, con ese principio, y eso es parte de la micropolítica del Colectivo.
Roco: La acción, ya el hecho de que actuemos, ya es algo político, ¿no? Y hacia donde vamos, no estamos queriendo abarcar campos grandes, como les digo, es con algo chiquitito, ya has hecho algo y ya estás oponiendo algo también. Entonces, si estás, es de cada día también.

¿Cómo ven el futuro y cuál es el lugar de las organizaciones colectivas en ese futuro?
Rosa: Yo creo que las organizaciones necesitamos articular más para pensar en un futuro en común. O sea, las problemáticas son comunes, el fuego motivado por los gobiernos y la industria, ya sea del agronegocio o de las inmobiliarias, está en toda Latinoamérica, nos están incendiando por todas partes. Entonces, yo no veo ningún futuro con ningún gobierno, ni popular ni no popular, ni de derecha ni de izquierda, yo creo que todos transan con las grandes empresas, con las grandes transnacionales, o sea, es más, creo que son empleados de las transnacionales, porque los gobiernos pueden cambiar pero los jefes de las transnacionales. Entonces, no creo en ningún gobierno, absolutamente ninguno, creo que los gobiernos que se dicen populares lo único que hacen es utilizar los recursos de la gente popular para cooptar los votos, si bien hay líneas que pueden parecer que van a hacer cambiar algunas cosas, bienvenidas sean, ¿no? Y que ojalá se puedan hacer algunos cambios, porque también hay gente que integra estos espacios que apuesta jodidamente a estas transformaciones, y entonces por ahí está bien quizás. Algunos gobiernos populares… Pero, evidentemente, yo no tengo ninguna, ni un grano de arroz de fé a algún gobierno o algún partido político. Yo creo que, después de la pandemia, a la que hemos sobrevivido las que estamos aquí para contarlo, creo que nos toca hacer reflexiones profundas sobre el tiempo que nos queda en la vida, porque evidentemente todas y todos vamos a morir y el tiempo que estemos aquí creo que es un tiempo de reflexión importante y de construcción. Porque, si bien vamos a morir, hay gente que se va a quedar, ¿no? Y que hay que apostar a los espacios de resistencia y a las organizaciones marginales y desde ahí estamos construyendo, desde ahí estamos edificando, desde ahí estamos consolidando. No estamos en un lugar en el que nos interese atravesar al otro lado para consolidar ahí, no es nuestra aspiración. Para pensar en el futuro, en definitiva, tenemos que mirar el pasado y de ese pasado hacer una reflexión para pensar en los futuros más inmediatos y no tan a largo plazo.
Roco: Me parece que se viene como la maldición china, se vienen tiempos muy interesantes. Porque se vienen crisis, crisis de agua, crisis climática, entonces, hay que hacer algo, yo sé que hay muchos movimientos ambientalistas, se están movilizando, sin embargo, parece ser que es un camino sin vuelta, ¿no? Entonces, ahorita, nuestro deber es más que nada, es tiempo de actuar, ahora, es tiempo de movilizarnos, es tiempo de generar más redes, y actuar, de actuar y trabajar porque, como dice Rosita, vamos a morir, pero vamos a luchar, actuar… y yo creo que vamos a decir: “sí hemos hecho algo”. Pues, no hay, es que no hay de otra, ¿no? No nos vamos a quedar sentadas, así que es tiempo de actuar, es tiempo de trabajar y de activarnos.

La Paz, Bolivia, agosto 2022
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Rosa Quiroga, integrante del colectivo:




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